
El sitio, para llegar en coche, un poco incómodo. No se les ocurra llevar un gran coche, pues a la hora de bajar las calles de Arcos pondrán a prueba su pericia conductora (mejor tener el seguro a todo riesgo o llevar un coche de alquiler). Sin duda lo mejor es dejar el vehículo aparcado antes de la zona turística y hacer la subida a pie.
La foto que ven es parte del restaurante. El patio está rodeado de mesas y el ambiente es muy acogedor. No obstante la carta nos decepcionó: demasiado pobre para un Parador. Tenían tres o cuatro platos por sección y después los menús de los Paradores.
Pedimos dos menús, con los 4 entrantes fríos, los 4 calientes y el plato principal. Acompañamos de vino de rioja y cerveza y el chico tomó un menú infantil y un refresco de naranja. De postre Poleá. 69,65 euros.